Siendo de las pistas de tenis más comunes en España, las pistas de tierra batida no podían quedarse sin una entrada en nuestro blog dedicada a ellas. Además, este tipo de pista es la que encontramos en clubs de tenis y en torneos tan importantes como el Grand Slam Roland Garros, Mútua Madrid Open o el Masters de Montecarlo.
Principalmente, a nivel de juego la tierra batida ofrece botes lentos y un gran deslizamiento, con lo que se consigue un juego más defensivo y sostenido desde la línea de fondo, con mayor duración del punto. ¿Quieres saber más detalles de este tipo de pista? ¡Sigue leyendo!
¿DE QUÉ ESTÁN HECHAS?
Como su nombre bien indica, las pistas de tenis de tierra batida se componen de arcillas y polvo de ladrillo (de aquí su color rojizo). Esta arcilla se obtiene de canteras y debe ser cocida en hornos entre 750 y 950 grados. Luego se tritura para convertirla en una capa de unos 10 mm de espesor, con granos que van de entre los 0,6 y los 1,3 mm. Se necesitarán entre 500-1000 kg de arcilla aproximadamente para una pista.
Pero no todo es arcilla en estas pistas, ya que en realidad hay dos capas inferiores más. La parte de debajo se llama “pastilla” o mortero, una superficie dura sobre la que se aplicará la arcilla. Por encima de esta se coloca el llamado “sellante”, que viene a ser tierra batida y adhesivo, y sirve para evitar que se formen agujeros en la superficie con el bote de la pelota o si los jugadores resbalan. Además, su superficie es altamente drenante.
Las pistas de tenis de tierra batida tienen un coste de construcción bastante asequible, pero necesitan un gran mantenimiento, con constante riego diario y rastrillaje para que la superficie esté en condiciones a diferencia de otros tipos de pista, como las de césped artificial o asfalto.
PRINCIPALES VENTAJAS
- El bote de pelota más lento y de mayor altura proporciona un juego más confortable y defensivo, con puntos más dinámicos.
- Menos lesiones para los jugadores, porque el deslizamiento que permite este tipo de pista evita frenadas muy bruscas.
- No existe el problema de sufrir las altas temperaturas de las pistas rápidas cuando aprieta el calor, porque la tierra batida requiere riego y, al humedecerse, el calor se suaviza.
- La superficie altamente drenante hace que si llueve poco, podamos seguir jugando sin el peligro de que resbalemos, como ocurriría en pistas duras.
ALGUNAS DESVENTAJAS
- Requieren un mantenimiento más elevado y constante que otros tipos de pista, sobre todo antes del partido. Si no, pueden aparecer huecos y desniveles donde la pelota rebota o el jugador pisa.
- Exigen un mayor fondo físico para los jugadores, porque se producen más intercambios durante el juego.
- El bote lento de la pelota y la mayor altura hace que los partidos duren más y, como consecuencia, los jugadores se cansen más rápido.
- Por su naturaleza, son pistas para lugares soleados o costeros, no para territorios con fuertes inclemencias climáticas.
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